Los últimos días nos han servido para confirmar e identificar que hay políticos que están desconectados de la realidad o solo buscan su interés.
Por Germán Vega. 20 noviembre, 2020.
Fuente: IPP
Tras una crisis, la pregunta que viene es cuál es el panorama que nos espera. La intuición nos puede decir que estas situaciones solo empeoran nuestras ya precarias instituciones. Por otro lado, también es posible que una crisis pueda acelerar cambios sociales que beneficien al país.
Hace 10 días, hubiese dado una respuesta llena de pesimismo. Pero, ahora voy por más, por el segundo escenario, y tengo 3 razones para sustentar mi opinión. En primer lugar, los últimos días nos han servido para confirmar e identificar que hay políticos que están desconectados de la realidad o solo buscan su interés. Bastaba con echar un ojo a los números para prever que una vacancia traería mucha incertidumbre.
Por ejemplo, recientes encuestas de Ipsos señalaban que, a pesar de los indicios de corrupción y del manejo de la pandemia, la aprobación de Vizcarra aún superaba el 50%. De igual manera, el 78% de peruanos se oponía a una vacancia, mas no a que Vizcarra sea investigado al acabar su mandato. Por lo contrario, tanto Merino como el Congreso contaban con una aprobación menor al 35%.
Al mando del país necesitamos personas que tengan una visión integral de las situaciones. Es decir, que un árbol no les impida ver el bosque. Queda claro que acá perdió el país, no Vizcarra.
En segundo lugar, las marchas han enviado la señal a la clase política de que la población vigila su accionar. Es verdad que hemos sido los peruanos quienes elegimos a los que ocupan los cargos políticos. Pero, ello no significa que estas personas tienen carta libre para atacar el futuro del país ni para abusar de su poder. Antes, solo observábamos cómo actuaban para su beneficio. Hoy, respondimos. Citando a John Lewis, la democracia no es un estado, es un acto.
Por último, llena de esperanza que quienes lideraron las marchas hayan sido los jóvenes. La socióloga Noelia Chávez los ha bautizado como “la generación del bicentenario” y razón no le falta. Es una generación acostumbrada a expresar sus opiniones y con herramientas para buscar la verdad. Una generación que ya tiene dos héroes. Esperemos que no cometa el error de quienes marcharon hace 20 años para recuperar la democracia.
Otra encuesta del Instituto de Estudios Peruanos indica que el 60% de los peruanos no se identifica con ningún político. Estas 3 razones dan la oportunidad de un cambio. El gran interés liderado por lo jóvenes también debe manifestarse en las próximas elecciones, cerrando la puerta a quienes actúan de espaldas al país. Solo así lograremos perpetuar lo iniciado esta semana.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.
